Dioses y espiritus crean la Magia.
La magia es un concepto amplio, se refiere a la creencia o práctica de influir en el mundo natural o sobrenatural mediante fuerzas ocultas, rituales, símbolos, palabras, oraciones, rezos o acciones magicas como, rituales, amarres, endulzamientos que trascienden las leyes físicas conocidas, como milagros.
Existen distintas formas de entender la magia, dependiendo del contexto:
- Magia esotérica o ritual:
Se practica en tradiciones espirituales, religiosas u ocultas (como el hermetismo, la brujería, la santería, el vudú, etc.). Implica el uso de oraciones, hechizos, amuletos, velas, hierbas u otros elementos simbólicos para invocar energías, espíritus o deidades con el fin de lograr un cambio deseado (protección, amor, salud, justicia, etc.). - Magia ceremonial:
Es un tipo de magia estructurada y formal, a menudo ligada a textos antiguos o sistemas complejos (como la Cábala, la magia de los ángeles o la alquimia). Requiere preparación, purificación y conocimiento simbólico profundo. - Magia popular o folclórica:
Se transmite oralmente en comunidades y suele estar ligada a santos, oraciones, remedios caseros y creencias locales. Por ejemplo, rezarle a un santo con una intención específica mientras se usan velas de cierto color o se realizan ofrendas. - Magia escénica o ilusionismo:
Es el arte del entretenimiento, donde se crean ilusiones ópticas o trucos para simular lo imposible, sin pretensión de poder real. - Magia simbólica o psicológica:
Algunos enfoques modernos (como en la magia caótica o el neochamanismo) ven la magia como una herramienta para enfocar la intención, transformar la conciencia o activar el subconsciente, más que como una intervención sobrenatural.
En muchas culturas, la magia no se opone a la religión, sino que coexiste con ella —por ejemplo, en tradiciones donde se combinan oraciones católicas con prácticas mágicas populares.